
He vuelto a caminar por aquellas calles,
las mismas pintadas de tantas sombras.
He vuelto a ver la mirada triste
de tantas paredes manchadas por la desidia,
por el odio e indiferencia de tantas voces apagadas.
Se han aglomerado de nuevo los silencios,
ya ni la noche susurra con la brisa...
Tomo lo que aún resta por ser salvado
emprendo el viaje a través de la cortina de fuego,
pues estos callejones tan silentes
conspiran contra de la paz de mi alma
trayendo con cada paso un recuerdo diferente.
Son tantos los silencios...
Son tantas sus voces apagadas por el dolor
que ya no bastaria una sinfonía entera
para calmar las ausencias.
Son tantos los silencios...
Son tantas sus voces apagadas...
las mismas pintadas de tantas sombras.
He vuelto a ver la mirada triste
de tantas paredes manchadas por la desidia,
por el odio e indiferencia de tantas voces apagadas.
Se han aglomerado de nuevo los silencios,
ya ni la noche susurra con la brisa...
Tomo lo que aún resta por ser salvado
emprendo el viaje a través de la cortina de fuego,
pues estos callejones tan silentes
conspiran contra de la paz de mi alma
trayendo con cada paso un recuerdo diferente.
Son tantos los silencios...
Son tantas sus voces apagadas por el dolor
que ya no bastaria una sinfonía entera
para calmar las ausencias.
Son tantos los silencios...
Son tantas sus voces apagadas...
2 comentarios:
Es todo un viaje esta entrada, me encanta! Volviste a hacerlo :)
"El silecio, es el peor de los castigos"
Lamento diferir contigo... el silencio no es un castigo, excepto para aquellos que lo ejercen, pues nunca se pueden expresar. El silencio es miedo puro, miedo de decir lo que realmente existe en el alma. Por eso tendemos a callar para no sentir el dolor de la cruda realidad :D
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Gracias por dejar un recuerdo! :D